Todo es esperar. Ahora que nos desesperamos por estar esperando, es cuando nos damos cuenta de que, en realidad, nos pasamos la vida haciéndolo. Por eso les digo, sin temor a equivocarme, que todo es un esperar. Yo, como Penélope, me paso la vida esperando. Y cuando no estoy esperando estoy creando esperas. La diferencia es que ahora todo esto se hace más evidente. La espera adquiere más relevancia cuando es colectiva. Todo en la individualidad se difumina hasta caer en la irrelevancia. Pero hoy, todo el país espera. Nuestro ego espera echando raíces bajo sus pies de barro. Porque ahora nos hemos dado cuenta de que no somos fuego, que somos barro. Aguardamos débiles e indefensos en las manos de un alfarero desconocido al que le rezamos de oídas, como a palpon, o por si las moscas.
Transfigurados en árboles, enraizados en nuestros domicilios, abonamos nuestra espera haciendo bizcochos de mil sabores. Endulzamos la espera sumando calorías que algún día esperamos quemar en una libertad recuperada con la que tanto, y tantos, soñamos.
Mientras espero en la cola del supermercado, observo en las miradas ausentes, recetas ingentes de bizcochos de espera: de chocolate, de naranja, de yogur, de miedo y de esperanza.
Como dijo Mario Benedetti: “Ojalá que la espera no desgaste mis sueños”.
Ni los vuestros…
Ojalá.
ResponderEliminarUn abrazo.
Me quedo con esa hermosa frase de Mario Benedetti.
ResponderEliminarHay ganas de retomar la vida, que teníamos antes y que ahora echamos tanto de menos, pero no hay más remedio que sacrificarse si queremos recuperarla.
Besos
Es verdad. Esperemos salir pronto de esta.
ResponderEliminarSAludos.
Me has puesto triste. Antes en Tabarca y ahora en la cola del super. Antes con arroz y ahora a por un bizcocho. La espera no desgastará mis sueños pero tenga que esperar mucho...
ResponderEliminarAbrazos.
Yo he dejado de esperar. Antes me desesperaba metido solo en casa pero ahora, disfruto de lo que puedo hacer mas que nada, porque nadie me espera ni espero...
ResponderEliminarTodo estará bien, somos bizcochos en el horno, y saldremos a triunfar.
ResponderEliminarQue la espera fructifique en mayor humanidad.
ResponderEliminarUn abrazo.
Eso espero. Besitos y salud.
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