Siempre fui muy cumplidor lo mismo que siempre me han quemado la sangre los que incumplen. En consecuencia, desde que se decretó el confinamiento, he intentado cumplir a rajatabla con las instrucciones que se nos han ido dictando desde el gobierno, pero he de confesar que conforme se han ido aumentando y cambiando estas disposiciones he constatado que no tengo la suficiente capacidad mental como para adaptarme plenamente a su debido cumplimiento. Y esto me pone en riesgo permanente frente al virus, y frente a las autoridades. Soy un mar de dudas. Vivo en un sinvivir.
Para que entiendan mi elevado nivel de cumplimento, cuando me desplazo al trabajo llevo el salvoconducto, mascarilla, guantes, gel hidroalcohólico, solución desinfectante en spray, un Epi, y una vieja revista Interviú, debajo del asiento, con el desnudo integral de Marujita Díaz. También una rueda de repuesto, un triángulo de emergencias, un chaleco refractario, un juego de lámparas, dos bujías, un gato hidráulico, un cabrestante, el cargador del móvil, una linterna, una pistola de lanzar bengalas, una caja de bengalas de señalización náutica, una lata de sardinas con tomate, un plátano maduro, un paquete de frutos secos surtidos y una cantimplora, hasta ahí bien.
Evidentemente, también salgo a comprar, a la farmacia, a pasear a mi hija, al perro, a hacer deporte, y entre tanto lío, no me acuerdo de regresar a casa y, lo qué es peor, no sé si estoy cometiendo algún delito por el que me puedan crujir seiscientos pavos, o quién sabe si más.
Desconfió plenamente de mi capacidad para desconfinarme así que mejor me quedaré en casa in secula seculorum.
Me temo que seguiré engordando como un lechón.
Eso mismo estaba confesando ahora a la compañera de otro blog. Me da tanta pereza estudiarme el desconfinamiento, que prefiero quedarme en casa.
ResponderEliminarUn saludo.
Y aun faltan mas días para seguir engordando, animo! y no abras tanto el refrigerador.
ResponderEliminarEl Interviú con el desnudo de Marujita ¿es parte de la pre-vacuna o un simple protector siquiera espiritual?
ResponderEliminarNo sabes cómo cruzo los dedos -ignoro por qué- rogando al azar que no se deje liar por los humanos transmisores que pueden provocar un retroceso. Y es que me fío tan poco de tantos paisanos...
Yo con ese kit de supervivencia que llevas en el coche me puedo confinar en el Amazona durante un par de meses.
ResponderEliminarMás lechones para navidad... Mejor así.
ResponderEliminarHecha la ley, hecha la trampa. ¿No es lo que dicen?
Saludos,
J.