He reconocido en muchas ocasiones mi debilidad por los balnearios tradicionales. Prefiero al peor de ellos a cualquier parque temático que se precie. Allí encuentro la tranquilidad necesaria para recuperarme del maremagnum al que habitualmente ando sometido. Me reconforto, me recupero y alivio todos mis males, tal y como afirman sus históricas y legendarías prescripciones facultativas. La mayoría de estos balnearios se presentan capacitados para aliviarnos todas nuestras dolencias reumáticas, dermatológicas, respiratorias y sobre todo en los últimos años, como la mejor fórmula conocida frente al stress.
Yo doy fé de que esto es cierto. Nuestro cuerpo agradece mucho más la presencia en cualquiera de ellos, que en la mejor de las propuestas americanas de cartón piedra y fibra de vidrio.
En el Balneario de Laias, a pocos kilómetros de Ourense, os encontraréis con una maravilla digna de vuestra visita. En un entorno majestuoso a la orilla del río Miño, entre baño y masaje, os podréis deleitar con un restaurante de cocina típica gallega, de una calidad superlativa. El pulpo, el rodaballo, el bacalao, la ternera gallega, etc, etc, todo regado con un vino tinto de variedad mencía, o para los amantes del blanco, con un Ribeiro Viña Mein que hará la delicia de los paladares más exigentes.
¿Os apetece la experiencia?
Estoy de acuerdo. La vila Termal de Laias es un lugar para el descanso y el disfrute del paisaje y sobre todo de sus aguas termales.
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