He dejado de tener audiencia, en este blog, cuando he moderado el sonido de mis gritos ante la situación agónica que padeció mi madre. Ahora no me lee ni el tato. Los días pasan a galope tendido para nosotros, y lentos como una tortuga mora en los campos de Lorca, para mi madre.
Navegando en este Mar Menor murciano de la tranquilidad, me gustaría que mis dedos sobrevolaran, sutiles como el vuelo de un charrán, sobre el teclado de mi portátil y transcribieran, mágicamente, todos mis sentimientos. Que fueran capaces de hacer fluir, como el agua fresca que fluye del manantial, allá por la inmensa Sierra de Moratalla, al ritmo estrepitoso y compulsivo de los tambores, las palabras acertadas para engrandecer, como se merece, la sencilla vida de mi madre.
La belleza de mi tierra es la belleza de mi madre. Cada vez que llego a su box, su cara se ilumina impregnada de esperanza y en su boca se dibuja una sonrisa, tan grande y bonita, como el arcoíris después de una tormenta en las neveras de Sierra Espuña entre las que corretean los arruis.
Mi madre, mezcla de andaluza y murciano, procede del costón del Río Segura. Antes, los pobres más pobres de Murcia malvivían allí, sobre lo que hoy es un enorme y casi decrépito hipermercado Eroski, en el Polígono Infante Don Juan Manuel, antigua carretera de Beniaján. Se crió entre acequias, huertos de patatas, coles, lechugas, alcachofas, limoneros y naranjos. El río aún era un río. Mi abuelo, en las noches de crecida velaba. Con una caña larga medía la subida de las aguas, vigilando que el río no se llevara a su familia por delante. Mientras tanto, miraba los aparejos por si alguna anguila picaba y, con un poco de suerte, el día siguiente amanecía con más esperanzas de que su familia comiera algo decente.
Los pies de mi madre proceden del barro huertano y la reseca tierra almeriense, por eso, o por su prótesis de rodilla, los arrastra un poco. Hoy, al mediodía, la han encaramado en lo alto de una grúa y la han sentado en un sillón,durante una hora, como a una reina. La respiración también a mejorado un poco (una miaja)* y hoy la he encontrado (encontrao)* menos alterada (trabiscorneá)* que días pasados. Su resistencia se está venciendo, como vencida esta su huerta, y se muestra tan resignada ante su situación, como los "resignados" con la suya.
Nos ha pedido que reguemos sus plantas, que arreglemos una persiana que tiene rota, que le quitemos la bañera y que le pongamos un pié de ducha para que ella, cuando salga del hospital, pueda asearse, en su casa, con más comodidad. También nos ha pedido que le compremos un chándal, tipo Fidel Castro y Hugo Chávez, que son los dos dirigentes mundiales que marcan tendencia en la moda posthospitalaria. Mi madre no quiere ser menos que esos trasnochados mandamases. El chandal y las zapatillas de deporte los ha pedido porque ella quiere tomarse en serio, de una vez por todas, lo de salir a caminar.
Todo esto, sin duda, para nosotros son buenas noticias. Su mente comienza a proyectarse hacía el futuro, por tanto, comienza a darse cuenta de que vuelve a tenerlo. Quizás ese sea el camino que debe seguir. Tras dos meses de hospital, su mente ya se siente capaz de volver a reconquistar su normalidad.
Muchos ánimos, mamá, estamos siempre contigo. Si tu sueñas con pasear con tu chándal y tus gafas de sol, yo sueño con el día en el que pueda llevarte, de nuevo, a tu casa.
*Palabras procedentes del Panocho el idioma de mi tierra.
Hola, amigo, espero q tu mami se recupere pronto y como dices la puedas tener nuevamente en su casa, que bueno q tenga animos ya de salir a caminar, q es muy bueno, dale muchos animos, cuidala mucho; las madres hasta el final siempre aunque esten mal tratan de darnos lo mejor de ellas, como dices ella esta en el hospital pero cuando llegas te esboza una bella sonrisa, para q tu te sientas bien, dale un abrazote y un beso con todo cariño de tu amiga de Peru.
ResponderEliminarJosé, tus sentimientos están plasmados en todo cuanto has hecho por tu madre, es hermoso ver cómo te expresa de tu madre tu alegría a ver que ella tiene deseos de salir a caminar, tu felicidad al verla sonreír cuando te ve. La relación que has tenido todo este tiempo que con ella mientras ha estado hospitalizada es de admirar no hay duda que ella está orgullosa de de ti. Sé que tú quiere expresarle todo tu amor de hijo, y quizá no encuentras las palabras pero lo estás haciendo cada día con tu entrega y cariño. Animo que muy pronto podrá llevar de nuevo a tu madre a la casa y seguir sonriendo junto a tu madre…..
ResponderEliminarquienes si te leemos y sabemos de la constancia y lucha que has tenido con tu madre sabemos bien que simplemente eres un artista que dedico su buen tiempo a lo mas importante TU MADRE y eso esta bien también los que sabemos de tus angustias deseamos que puedas pronto llevar de regreso a casa a tu hermosa madre.
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