martes, 10 de abril de 2012

Días de hospital XIV


Estos tres últimos días han sido planos como La Mancha. Nuestra Dulcinea sigue dormida a la espera de que su Don Quijote venga a despertarla con un beso de novela con sabor a queso curado. Los médicos, esos gigantes que dan más vueltas que un molino, nos informaron y nos desinformaron, como en un continuo juego de trileros. Ahora está aquí, ahora está allá. La última vez que vi a unos trileros actuar en plena calle fue hace un año en Atenas a los pies de la Acrópolis, movían sus vasos de plástico a velocidad de vértigo y no había forma de encontrar la moneda.
-¿Me entienden, alguna pregunta más? Es que hoy está esto a tope, dice el doctor con cara de lastima.
-Doctor, un momento por favor:¿No nos dijeron ayer qué ya le habían quitado la anestesia y que se despertaría? -le preguntamos un tanto desconcertados.
-No, a ver. No se la hemos quitado del todo, se la hemos rebajado. Mientras que la sigamos manteniendo entubada no debemos quitarle toda la anestesia. Entiendanme, para ella sería muy incómodo y molesto estar despierta y con todo eso puesto -dijo el doctor.
Un día más con nuestro gozo en un pozo. La ilusión de verla despierta y poder hablarle de nuevo, se posterga hasta no sabemos cuando. Lo importante -hemos de encontrar consuelo- es que no ha sufrido nuevos episodios de empeoramiento y su dinámica es ir a mejor.
El señor que ocupa el box que hay junto al de mi madre tiene muy mal genio y lleva en jaque a la familia y a los enfermeros.
-Señor como siga usted portándose tan mal le vamos a tener que atar -le dice la enfermera.
El abuelo regruñe. Se ha quitado varias veces los cables y rechaza la comida. Mi madre se porta mejor. Estoy por proponerla para que le concedan la medalla al mérito hospitalario o la de sufrimientos por la patria. Nosotros se lo decimos para animarla:
-Mamá, te estas portando muy bien, tienes que seguir así, ya verás como te vas a poner buena. Estamos todos aquí contigo. Estate tranquila -le decimos mientras que le acariciamos sus brazos hinchados que me recuerdan a los de Popeye.
Ella interactúa con nosotros intentando llorar. Parece como si nos escuchara desde muy lejos. Desde la profundidad de su mente. Su cerebro no es capaz aún de  coordinar movimientos, pero, al parecer, sí de escuchar y exteriorizar, minimamente, sus sentimientos. 
Su cara esta más natural. Sus parpados han adquirido más movilidad. Incluso mi hermano ha comentado que ha llegado a abrir sus ojos pero estos estaban como en Babia.
La Semana Santa ya pasó. El Domingo de Resurrección no fue -para nosotros- Domingo de Resurrección. Ahora estamos en las Fiestas de Primavera. Su amiga Carmen, que viene de vez en cuando por aquí y me llama mucho al móvil para interesarse por la salud de mi madre, nos ha recordado lo bien que lo pasaron las dos el año pasado de barraca en barraca y las morcillas que se comieron.
A mi madre ya le hace falta tintarse, estoy por ir pidiéndole cita en la peluquería. Nunca le ha gustado verse las canas.

3 comentarios:

  1. Dios ayudara a tu mama, se pondrá bien, ya verás

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    1. Estoy segura que tu madre es una gran mujer, pero algunos de tus comentarios son poco éticos.Estoy segura que los profesionales del hospital estan luchando por que tu madre mejore aunque tú no confies en ellos/as.

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  2. ¿Y que es la etica? hablar con el dolor de un hijo que ve a su madre sin poder moverse o valerse por si misma, cuando ella era un huracan de energia podria catalogarse como ¿etico? o bien podria ser ¿antietico? tonterias,algo es cierto y quizas la mayoria de los que hicieron el juramento hipocratico luchan porque sus pacientes sean de nuevo o almenos parte de lo que eran, pero tambien es cierto que habra quienes simplemente sea un paciente mas en una cama mas de un hospital mas. A caso no te das cuenta que el medico tiene entre sus ventajas el argot que solo ellos manejan y que al comunicarlo solo generan dudas y desconfianza por que entre mas se nos explica los procedimientos mas queremos entender pero menos podemos hacerlo.
    ¿etica? la etica no cuenta cuando es tu madre la que esta en una cama atada a cuanto cable es posible.

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