domingo, 15 de abril de 2012

Días de hospital XVII


Mi madre estará orgullosa de mí cuando se entere de que dos de mis relatos están situados en el top10 de Canal Literatura, del que el diario La Verdad forma parte. Lo que no van tan bien son las ventas de mi libro: Momentos de ida y vuelta (www.bubok.es.) Si me dedicara a escribir pasaría más hambre que el perro de un ciego. De lo que no estará tan orgullosa será del malestar que he generado entre sus médicos. Me va a caer, seguro, una bronca cuando se despierte y más aún cuando lea mi nuevo libro "Días de hospital" que le estoy preparando y en el que se incluirán, entre otras cosas, esta serie de relatos hospitalarios.
Mi madre estaría contenta si supiera que, pese al clima tan desapacible que hemos tenido esta semana, tanto el Bando de La Huerta como el Entierro de La Sardina han desfilado por las calles de Murcia para deleite de propios y extraños. Como no he ido, no se si este año las brasileñas habrán exhibido sus exiguos senos y sus impresionantes culos, pero seguro que sí, ya que un entierro sin brasileñas es como un jardín sin flores. Ahora ya no se tiran a morderles las nalgas como antes. El macho ibérico está de capa caída como el IBEX35. Hemos perdido fuelle en todo. Hasta el pito sardinero ya no pita como antes.
Los médicos nos dan esperanzas. Estos días han sido un impasse, con la salvedad de una pequeña reacción alérgica, que ha tratado el dermatólogo y una nueva bajada de hemoglobina que se resolvió con una bolsa más de sangre.
Su función renal sigue aumentando y, al parecer, ya ha mejorado su tolerancia a la alimentación que le suministran por una sonda, directamente al estómago, a través de su nariz.
Sus ojos comienzan a abrirse con frecuencia con una mirada ausente y perdida. Nosotros le hablamos pero ella sigue sin escucharnos, aunque todos los que la conocemos sabemos que Loli es más de hablar que de escuchar.
En el box número once de la unidad de cuidados intensivos del hospital Morales Meseguer nuestra Virreina de La Sal, como se le conocía en el Bar Josepe, y del  Centro de Mayores de la Flota, lucha por salir adelante como el Rey Don Juan Carlos lo hace en el hospital USP de Sán José, y Felipe Juan Froilán de Todos los Santos lo hace en la clínica Quirón de Madrid. La realeza española está de hospitales y mi madre no iba a ser menos.
Lo de mi madre, la gente lo puede entender mejor, pero lo del viaje a Botsuana del Rey a matar elefantes a sesenta mil euros la pieza más los viáticos, con la que nos esta cayendo encima, puede ser que mucha gente no lo entienda.
Vamos, es que no hay cojones a entenderlo.



2 comentarios:

  1. José, ya estoy deseando tener ese nuevo libro tuyo entre mis manos. No dejes de publicarlo por nada del mundo. No dejes que nada te lo impida porque en verdad te digo cuando tu madre despierte algo es seguro:
    "Tu madre estará orgullosa de ti."

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  2. José tu madre estará más que orgullosa cuando despierte y pueda leer todo lo que ha publicado en los días que ha estado en el hospital, se sentirá feliz del hijo que tiene, te comprenderá y entenderá tu angustia. Cada vez que ella tenga ese libro en su manos de seguro que te dará las gracias por cuanto ha hecho por ella. No deje de publicarlo en el plasma todo el amor de hijo y sus preocupaciones por lo que representa y representara en tu vida, Sin duda eres un gran hijo.

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